sábado, 28 de agosto de 2010

Sin pensamiento

Sin pensamiento.
Sin cabeza.
Que el aire entre, recorra mi cuerpo, me oxigene, me dé vida y se vaya.
Es necesario que se vaya.
Sólo el aire existe para el aire.
No es más que aire.
Lo conceptualizo, paradójicamente, con el pensamiento.
Incontables imágenes, ideas y cuestiones desfilan incansablemente.
Las reconozco, las saludo, las despido, las dejo ir: no me pertenecen.
Leí por ahí que nuestro cerebro funciona como una orquesta.
Y toca la sinfonía que más le gusta!
Nos enamoramos de ideas, razonamientos, músicas que tocaron para nosotros y ahora tarareamos de memoria.
El aire entra, recorre mi cuerpo y sale una vez más.
Ya compuse nuevas sinfonías.
Ninguna es mía.

martes, 24 de agosto de 2010

Somos únicos

Somos únicos.

Irrepetibles.

Nada puede comprarase con nosotros, pues aunque todos estemos compuestos de lo mismo, ninguna combinación jamás será idéntica.

Nuestros pulmones respirarán nuestras vidas pasadas hasta que apreciemos el aire y nuestros ojos verán una y otra vez el ocaso hasta que admiremos el sol.

Únicos, irrepetibles, porque a cada instante algún factor nos convierte en nuevos, indefectiblemente en otros.


lunes, 9 de agosto de 2010

Un Mundo Paralelo


Existe un umbral invisible a los ojos de quien mira relojes por donde se filtran las partículas más escalofriantes del amor.

Lejos del mundo de los ruidos, del tránsito y del dolor, se conserva un universo nutrido de sensaciones, alimentado de la más pura emoción.

Es una meta a la que ningún pie apurado jamás llegará. Su andar es sobre algodones, liviano como el éter, calmo como marea de cuarto menguante.

No tiene límite más allá del cielo y, sus estrellas, aunque las mismas, tienen un brillo especial.

Aquí dentro el amor libera y las miradas son más profundas que el mismísimo espacio y diáfanas como almas de niños que sólo quieren jugar.

Este lugar tiene el perfume de las flores que se riegan con suspiros, intangibles a quien las quiera cortar.

Aquí no hay bien ni mal.

Es un puñado de auténticos ahoras, una sucesión de palabras dulces y suaves caricias, imprescindibles, como respirar.

La escencia de este mundo es el amor y sólo su preludio se conoce.