lunes, 9 de agosto de 2010

Un Mundo Paralelo


Existe un umbral invisible a los ojos de quien mira relojes por donde se filtran las partículas más escalofriantes del amor.

Lejos del mundo de los ruidos, del tránsito y del dolor, se conserva un universo nutrido de sensaciones, alimentado de la más pura emoción.

Es una meta a la que ningún pie apurado jamás llegará. Su andar es sobre algodones, liviano como el éter, calmo como marea de cuarto menguante.

No tiene límite más allá del cielo y, sus estrellas, aunque las mismas, tienen un brillo especial.

Aquí dentro el amor libera y las miradas son más profundas que el mismísimo espacio y diáfanas como almas de niños que sólo quieren jugar.

Este lugar tiene el perfume de las flores que se riegan con suspiros, intangibles a quien las quiera cortar.

Aquí no hay bien ni mal.

Es un puñado de auténticos ahoras, una sucesión de palabras dulces y suaves caricias, imprescindibles, como respirar.

La escencia de este mundo es el amor y sólo su preludio se conoce.

1 comentario:

  1. aquí no hay bien ni mal. Un puñado de auténticos ahoras, y suaves caricias. Me quedo con esto!! jajaja, lindísimo Chi.

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