El quince de septiembre, día del grito por la independencia mexicana, mi abuela gritó dolor y gritó alegría.
Nació mi viejo, hace sesenta primaveras.
Dos veces mi vida y seis años de yapa los lleva el viejo con tal eficacia que nadie sospecha los inviernos vencidos por su maña.
Caudillo de sus sueños, leal a sus convicciones, fue siempre ejemplo de perseverancia y fortaleza.
Es mi viejo impronta en mi humor, chispa en la hoguera de las risas que mi hermana y yo compartimos hoy.
Tiene el vicio de querer educarme con palabras, pero no sabe que su mejor enseñanza no puede pronunciarse.
Mi viejo vive el hoy, es feliz con poco.
Ya lo conozco.
Ya somos pares.
Nació mi viejo, hace sesenta primaveras.
Dos veces mi vida y seis años de yapa los lleva el viejo con tal eficacia que nadie sospecha los inviernos vencidos por su maña.
Caudillo de sus sueños, leal a sus convicciones, fue siempre ejemplo de perseverancia y fortaleza.
Es mi viejo impronta en mi humor, chispa en la hoguera de las risas que mi hermana y yo compartimos hoy.
Tiene el vicio de querer educarme con palabras, pero no sabe que su mejor enseñanza no puede pronunciarse.
Mi viejo vive el hoy, es feliz con poco.
Ya lo conozco.
Ya somos pares.
QUE LINDO CHI!!! ojala juani en 30 años me escriba con el amor que lo hiciste vos por tu viejo.
ResponderEliminarGracias, Fer!! dentro de 27, querrás decir, no?
ResponderEliminarsúper tierno esto.
ResponderEliminary gracias por promocionarme el blog, jaja