miércoles, 30 de marzo de 2011

2:35 am


Me acuerdo. Yo era muy chica, pero me acuerdo. Estaba toda la noche en la compu. Mi papá llegó a cortar la luz para que me fuera a dormir. No sé qué buscaba. Eran noches de escuela. No me importaba. Nunca me importó. Me acuerdo que chateaba con un tal Gokú. Yo me llamaba Alma. Era mi vecino. Él ya había terminado la escuela y me pasaba a buscar y me contaba de su facultad y yo no entendía por qué se aprobaba con 4. Me acuerdo que yo dormía con él y tenía un celular que ni sabía para qué servía. Mi viejo sabía donde vivía Gokú y una vez me vió salir de su casa. Vergüenza. Eso sentí. De todas maneras, no iba a funcionar. Era muy grande para mí. El otro día ví algunas fotos suyas. Tiene una hija ahora. Pasó mucho tiempo. No somos ni amigos. En algún lugar guardo algunas cartas y mails que me había mandado y con mucho amor imprimí. Escribiendo esto me doy cuenta de que los quemé. Algo de esta historia que no esté en mi mente tiene que haber. Tenía un cuaderno donde probaba rimas y el sol era siempre una moneda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario