miércoles, 2 de febrero de 2011

Historia de verano en Buenos Aires V


Hay un bar al que iba siempre en mis noches de desvelo. Era un bar ubicado en la terraza de un centro cultural en la calle Matienzo, a metros de Cabildo. Era ideal para ir en verano y ver las estrellas detrás de los muros pintados por artistas de la zona. El barman era español. Iba no sólo porque quedaba cerca de mi casa y me encantaba camirar hasta ahí, sino porque me daba la sensación de gran oasis en medio de tanto edificio. Buenos Aires en verano parece muerto, pero siempre hay algún recoveco vivo. Me gustaban esas noches. Todas las posibilidades de ese año y yo volvíamos casa con el viento en la cara que subía por la avenida Dorrego.

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